miércoles, 15 de agosto de 2012

Morelia, Mich. México. 10 de Agosto de 2005.

Así  es como se desenlaza esta historia. Comienza deslizándose entre tus dedos y resguardándose entre tus manos, empieza aquí, cuando un cabo suelto en mi vida, se convierte en el mejor protector de mis letras, ese cabo suelto, ese mejor guardián de mis sueños, estos que leerás, tú, un traficante de sueños, que tengo por seguro entenderá y sobre todo comprenderá el sentir que se esconde entre las páginas de un simple cuaderno  en el que se libera el secreto de mi alma.
La respuesta a esa pregunta que gira en tu mente, es que eres tú, un igual a mí, un ser humano que lleva un simple y terrenal sentimiento a una poesía, a un sueño, un ideal, a una palpitación del alma, y llevarlo tan adentro hasta convertirlo en algo real y cierto, hacerlo propio y eterno, místico y divino, es por eso que te elegí para ser el celador de estos sentimientos; sé que nos duele lo mismo aunque de diferente forma, y es así como aseguro que tú sabrás cómo resguardar mis cartas y sabrás qué hacer con ellas cuando yo no esté o cuando me hagan falta las fuerzas para decirlo.

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