miércoles, 22 de agosto de 2012

Morelia, Mich. México, 9 de Junio de 2003.

 Aún espero tu mirada, 
tu caricia, tu sonrisa, 
tu abrazo, tus palabras...

Hoy no sé qué escribirte, porque hoy quería escuchar tu voz, hoy quería decirte ese par de palabras que suelo decirte, recordarte que estoy para tí. 
De una extraña manera, te aferraste a este corazón y estas cuestiones son algo que no se puede evitar; recuerdo el momento en que te empecé a querer, aquella primera vez que llamaste, era un jueves, yo ayudaba a mamá con la comida, el teléfono sonó y desde entonces no te olvido, no esperaba encontrarte y ahí estabas, para mí. Gracias. 

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